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Ciao Roma en Paradigms 2024. Del llanto a la sonrisa.

Cuando decidimos que Roma sería el escenario de Paradigms 2024, sabíamos que estábamos apuntando alto. Una ciudad con tanta historia, arte y caos tenía que traer desafíos, pero también inspiración. Y, por supuesto, ¡no decepcionó!


¿A quién se le ocurrió la brillante idea de hacer Paradigms 2024 en Roma? Ah, sí, a nosotros. Lo tuvimos claro desde el principio: si íbamos a montar uno de los eventos más importantes del año, tenía que ser en una ciudad grande, icónica… caótica.


Y sí, lo sabíamos. Nos habían advertido que organizar algo en Italia era como intentar domar a un león con una cuerda de espagueti.


Pero aún así, nos lanzamos de cabeza.







Los Italianos, son "muy suyos"


Organizar un evento en Roma fue como jugar una partida de ajedrez con un perro: tú crees que todo está bajo control hasta que, de repente, el perro se come las piezas. Aquí en Italia tienen su propio ritmo, y no, no es que sean lentos… es que son “artistas”.


Lo que para nosotros era urgente, para ellos era una conversación a media tarde con un buen café y un cigarro.


Pero oye, al final sale todo. Eso sí, siempre en el último minuto, con un toque de dramatismo y un “tranquilo, tutto bene” que te deja con el corazón en la garganta hasta que ves que, efectivamente, tutto está bene… ¡aunque a veces no lo parezca!






Agencia 360º para todos los frentes


Cuando decimos que organizamos todo, es que lo hicimos TODO. Desde asegurarnos de que las sillas estuvieran alineadas hasta escoger el vino perfecto para las cenas. Vamos, que si hacía falta, también hubiéramos pintado la Capilla Sixtina de nuevo.


Tuvimos el Acquario Romano como sede, un lugar que parece salido de una película épica (y con razón). Lo convertimos en el corazón de Paradigms, donde cada detalle importaba, desde el sonido perfecto hasta el menú para todos los gustos. Había que tenerlo todo bajo control, aunque a veces, parecía que el control era el que nos tenía a nosotros.






La clave está en el montaje: 2 jornadas de infarto


El montaje de Paradigms 2024 en Roma no fue una tarea sencilla, pero nos aseguramos de que cada detalle estuviera bajo control antes de la llegada de los asistentes. Las jornadas de preparación comenzaron el 22 de septiembre y se extendieron hasta el 23, cada una con un plan milimétrico.


22 de septiembre: Primera toma de contacto


El equipo comenzó a trabajar desde temprano en el Acquario Romano, descargando el equipo audiovisual y preparando la sala principal. La instalación de la pantalla LED fue uno de los elementos más importantes del día. Además, comenzamos a preparar el escenario con las alfombras, mobiliario y la iluminación que transformaría el espacio en un escenario impactante para el evento. Paralelamente, se descargaron materiales de branding y muebles para las diferentes áreas, asegurándonos de que cada rincón tuviera la atmósfera adecuada.


Por la tarde, se realizaron los primeros ensayos técnicos: pruebas de sonido, ajuste de luces y la primera configuración del sistema audiovisual. Todo tenía que estar perfecto para las jornadas del evento.







23 de septiembre: Ensayos generales y última revisión


Este fue el día clave para ajustar los últimos detalles. La decoración floral llegó al Acquario Romano y las distintas áreas, como el jardín y la zona de trabajo, comenzaron a cobrar vida. Mientras tanto, el equipo técnico continuó con los ensayos de luces y sonido, probando todos los dispositivos necesarios para las presentaciones. Los ensayos de los ponentes y el equipo de producción de Frontify también fueron cruciales para garantizar que todo fluyera de manera impecable durante los días del evento.


Al caer la tarde, el equipo verificó cada detalle: desde la colocación de los cojines hasta la disposición de las mesas para las comidas y pausas del evento. A las 19:00, los primeros speakers llegaron para la cena privada en Checco er Carettiere, donde después de una intensa jornada de trabajo, comenzaron a conectar de manera más relajada.







Cenas que te hacen querer ser italiano


Aquí no hablamos de cualquier cena. Hablamos de dos noches que quedarán grabadas en la memoria de todos.


La primera fue en La Lanterna di Fuksas, y si el nombre suena impresionante, es porque lo es. Vistas de Roma, una comida que hacía que cada bocado te recordara por qué la pasta y el vino son considerados arte en este país, y una atmósfera que invitaba a que las ideas fluyeran.







La segunda, en Villa Piccolomini, fue el broche de oro. Rodeados de historia, en una villa que parecía salida de un sueño, nos dimos un festín digno de los emperadores romanos. ¿Qué si hubo postre? Sí, claro. Y cada cucharada fue una pequeña obra de arte. Si no saliste rodando de la cena, es porque no lo intentaste lo suficiente.







Las ponencias: ahí es donde la magia pasa


Si algo tenemos claro es que Paradigms 2024 no solo iba a ser un evento más. Queríamos que fuera un encuentro donde las ideas fluyeran, donde cada ponencia inspirara, desafiara y, sobre todo, despertara la creatividad de todos los asistentes. Y vaya si lo conseguimos.


El pistoletazo de salida lo dio Ana Andjelic, exdirectora de marca global en Esprit y Banana Republic. Su charla sobre cómo la cultura y la creatividad están redefiniendo el futuro de las marcas fue el inicio perfecto. Nos habló de cómo las empresas ya no solo venden productos, sino que crean comunidades, cultura y hasta movimientos. Ana dejó claro que el branding del futuro es tan dinámico como la sociedad misma, y que quienes no se adapten, se quedarán atrás.


Luego, vinieron los gigantes creativos. Giorgia Lupi, diseñadora de renombre y socia de Pentagram, nos dejó literalmente boquiabiertos con su charla sobre cómo transformar los datos en narrativas visuales que tocan fibras emocionales. ¿Te imaginas contar la historia de tu marca a través de números? Pues ella lo hace parecer arte puro. Su enfoque de “data humanism” (humanización de los datos) desafió a todos a repensar cómo pueden hacer sus marcas más humanas en un mundo dominado por la tecnología.







Y no podíamos hablar de creatividad sin mencionar a los fundadores de PORTO ROCHA, Felipe Rocha y Leo Porto. Con solo cinco años de experiencia, su estudio ha logrado lo que muchos sueñan: destacarse en una industria ultra competitiva. Nos llevaron en un viaje a través de sus primeros años, hablando de proyectos que desafiaron convenciones, rompieron barreras y crearon tendencias. Su charla fue una lección sobre cómo el riesgo y la autenticidad son claves para el éxito en la creatividad.


Uno de los momentos más emocionantes fue el panel de ASK US FOR IDEAS, titulado “Cultivating Chemistry: The Unmissable Ingredient Behind the World’s Best Creative Work”. Aquí, los ponentes nos recordaron que, detrás de cada proyecto brillante, hay algo más que talento: hay química. Esa chispa que ocurre cuando un equipo está en perfecta sintonía, cuando todos están alineados en un mismo objetivo. Los ejemplos que compartieron de colaboraciones exitosas fueron una auténtica clase maestra sobre cómo la cultura interna de una empresa puede hacer o deshacer el éxito creativo.


Y luego llegó el momento de los pesos pesados: Brian Collins, cofundador de COLLINS, subió al escenario para ofrecernos una charla que dejó a todos reflexionando. Su enfoque no solo trata de branding, sino de crear mundos. Nos retó a todos a pensar en nuestras marcas como universos completos, donde cada detalle cuenta, desde la identidad visual hasta la experiencia del usuario. Su ponencia fue una cátedra sobre cómo las marcas no solo deben vender, sino también inspirar y construir legados duraderos.






Y no podemos olvidarnos de Tony’s Chocolonely, representado por su directora global de creatividad, Emma Baines. Con su charla “Tony’s Chocolonely Unwrapped: A Year of Bold Moves and Global Success”, nos mostró cómo una marca puede ser un vehículo para el cambio social. Tony’s ha hecho de su misión acabar con la esclavitud en la producción de cacao, y su éxito demuestra que una buena causa no solo puede, sino que debe estar en el corazón de una marca.


La conversación con Figma, dirigida por su director creativo, Damien Correll, fue otra de las grandes joyas del evento. Damien compartió cómo Figma ha revolucionado el mundo del diseño colaborativo, y nos dejó una idea clave: en un mundo donde la colaboración es cada vez más importante, las herramientas que usamos deben adaptarse a la velocidad y las exigencias de la creatividad moderna. Nos retó a pensar en cómo podemos mejorar nuestras formas de trabajo en equipo y cómo la tecnología puede potenciar esa colaboración.


Para cerrar con broche de oro, tuvimos la ponencia de Taamrat Amaize, director de estrategia de COLLINS, titulada “World Building: How to Make the Future So Irresistible It Becomes Inevitable”. Nos habló de cómo las marcas no solo necesitan adaptarse al presente, sino que deben anticipar el futuro. ¿Cómo? Creando un mundo tan atractivo, tan innovador, que el público simplemente no pueda resistirse. Su charla fue una inyección de energía y visión que nos dejó a todos con ganas de salir y construir el futuro hoy mismo.


El verdadero protagonista: la comida (otra vez)


A ver, seamos sinceros: nada de esto habría sido posible sin la comida. Y cuando hablo de comida, no me refiero a esos canapés tristes que te encuentras en algunos eventos, no. Aquí hablamos de festines. Desde el desayuno, con croissants que sabían a gloria, hasta las pausas para el café, que eran una excusa perfecta para llenar el estómago otra vez.


¡Y los almuerzos! Hubo de todo. Pasta al dente, suculentos embutidos, queso que te hacía suspirar, y eso sin contar los postres que parecían salidos de la cocina de algún dios romano.


Cualquier excusa era buena para comer un poco más.


Porque en Roma, hasta las reuniones más serias tienen una pausa obligatoria para disfrutar de la vida.








Roma nos desafió, pero ganamos


Organizar Paradigms 2024 en Roma fue una locura. No vamos a endulzar la historia. Hubo momentos en los que pensamos: “¿Qué hacemos aquí?”.


Pero luego mirábamos a nuestro alrededor, veíamos el impacto que estábamos teniendo, las conexiones que se estaban formando, las ideas que volaban en cada charla… y entonces todo cobraba sentido.





Roma es caótica, impredecible y maravillosa. Nos dio dolores de cabeza, pero también nos regaló momentos que no olvidaremos jamás. Y cuando todos nos despedimos con una copa en la mano, brindando por el éxito del evento, supimos que valió cada maldito segundo.


Así que sí, lo hicimos. Sobrevivimos a Roma, a los italianos y a nuestros propios nervios.


Y ahora, con una sonrisa (y un par de kilos de más), estamos listos para lo que venga.



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