Hoy nos adentramos en una nueva forma de hacer turismo rural. Mezclamos descanso, naturaleza y privacidad obteniendo el gran elixir:
Se trata de una masía del siglo XVII completamente reformada en el Alt Empordà, en un pueblo de 11 vecinos llamado Pelacalç y absolutamente rodeado de naturaleza y aire fresco. El Hotel nos invitó a conocer de primera mano sus características y la experiencia fue muy especial.
De camino, pasando por Verges, Viladamat, l’Escala…nos damos cuenta de que el paisaje nos va absorbiendo y cada vez se nota más que estamos en el Alt Empordà. A la llegada a la masía y tras mostrarnos sus rincones nos explican qué diferencia a Can Picó de otras masías rurales. Lo primero simplemente se nota: Gusto decorativo, acogedor, arte, mezcla de gastronomía y lo siguiente es su filosofía: Máximo 9 habitaciones con todo lujo de detalles, una suite en los viñedos separada del resto y una bodega subterránea para reuniones y catas privadas.
Esto abre el abanico de posibilidades de Can Picó, ya que puede enfocarse a un turismo exclusivo o bien jornadas de directivos que precisen de estancia, relax y reuniones a medida.
Subimos a la habitación y nos damos cuenta que el gusto sigue estando presente. En este caso mezclando lo rural y ampurdanés con colores elegantes donde cada detalle parece ser pensado para el relax y la evasión. Nos encontramos un regalo de la mano de la Boutique, una botella de vino de su propia cosecha y que no tardaríamos en probar.
La oferta gastronómica del lugar también es de alta calidad, en nuestro caso probamos 2 opciones diferenciadas. Pera Batlla (Armentera), con cocina más de mercado pero con una cuidada puesta en escena y gustos resaltados. Por otro lado oferta gastronómica más de mar en Orígens (Escala) en la que el arroz y los entrantes de marisco son su especialidad.
También pudimos comprobar la amplia oferta de ocio rural y actividades relacionadas con la naturaleza que tenemos en un radio de 10 km. Desde un paseo tranquilo por el Parque Natural del Aiguamolls para estar en contacto con animales en libertad hasta actividades más deportivas como Golf, Skydive, Paintball, Burricleta…. De todo para todos.
Sin duda nos llevamos una forma distinta de desconectar y relajarse. Agradecemos el trato y los detalles del Hotel, en concreto de Melanie que estuvo por nosotros en todo momento y nos mostró las enormes posibilidades de este espacio singular. Para nosotros, un turismo rural de lujo para quienes quieren evadirse por un tiempo.
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